Es la especie más amenazada del país por ser endémica de las nacientes del arroyo Valcheta, en el borde de la Meseta del Somuncurá, Río Negro. La misma está siendo afectada por la ganadería y por la introducción de peces exóticos. Este fue el primer pez argentino en ser incluido en el Red Data Book como “en peligro”.
Carecen por completo de escamas, aunque los ejemplares juveniles las poseen hasta aproximadamente los 42 mm. de longitud del cuerpo. Le especie actual está compuesta por unos pocos individuos, unos miles, dado que diversos factores naturales y artificiales atentan contra la preservación de la especie.
No hay que olvidar entre los factores externos la infaltable mano del hombre, que en su afán desmedido e irracional captura esta especie con diversos fines, a veces científicos, y otras veces sólo destructivos.
El arroyo Valcheta nace en el Paraje Chipauquil (tierra blanca), este es el lugar apropiado para el desarrollo de la mojarrita desnuda. Fuera de este lugar su superviviencia es imposible, ya que no soporta el cautiverio o aguas con una composición distinta a la de estas.
Por esta causa está totalmente prohibida a extracción y se fomenta su avistaje, siempre respetando las normas de preservación.
La mojarrita desnuda habita en un lugar paradisíaco. Saliendo de Sierra Grande, hay que recorrer 75 kilómetros por un camino bien consolidado hasta llegar al paraje Chipauquil, ubicado en el borde norte de la Meseta de Somuncurá. Allí, de varias vertientes surgen manantiales que se unen conformando el arroyo Valcheta. En los pequeños pozones de los manantiales de Chipauquil pueden observarse los cardúmenes de estos peces transparentes. Algunos individuos saltan en la superficie, no miden más de 8 centímetros y parecen surgir del centro mismo de la tierra.

María Belén Riesen