Es el mayor de la familia de los cérvidos, alcanzando los 2 m. de longitud y 1,20 m a la altura de la cruz y un peso de 150 kg. Se caracteriza por una cornamenta ramificada de 6 dm. como longitud máxima que solo se presenta en los machos. Su pelaje es pardo rojizo, el cual oscurece durante el invierno, mientras que las patas, por debajo del tarso y el hocico son negros y la cola de un color rojizo mas claro que el resto del cuerpo.
Se alimenta de pastos frutas y raíces y no forma manadas, aunque las hembras cuidan de sus cachorros hasta su madurez. Es un animal predominantemente nocturno cuyos depredadores naturales casi han desaparecido (yaguareté y puma), pero se encuentra en peligro debido a la caza furtiva. Se moviliza en busca de alimento, pero, si se presenta una temporada de sequía, se mantiene cerca de los cursos de agua.
Entre octubre y noviembre nace una cría por cada hembra luego de una gestación de 200 días, aunque pueden llegar a nacer mellizos. Estas crías presentan un pelaje jaspeado en blanco que se asemeja al de los adultos alrededor de un año después.
Debería haber leyes que protejan a esta especie prohibiendo su caza.

María Belén Riesen.